Diario La Calle, jueves 14 de julio. 1988. Con motivo de la anunciada reanudación de las actividades de la logia masónica local y la cesión de una parte del viejo templo sito en la calle 8 de Junio 720 de nuestra ciudad a la filial de la Cruz Roja, -cuyos trabajos de remodelación y adaptación han sido iniciados-, recibimos la siguiente nota de Pablo Schvartzman que expresa:
"Hemos creído oportuno recordar la interesante historia de dicho templo, que se considera alberga a la más antigua logia del país en actividad.
La logia local "Jorge Washington" fue fundada en el año 1822 por el coronel Juan Florencio Perea, siguiendo instrucciones del entonces gobernador de la provincia coronel Lucio Norberto Mansilla, y se conservan algunas cartas referentes a la fundación y actividades que en ella se cumplían, la mas antigua de las cuales lleva fecha 29 de agosto del citado año.
Aunque Benigno Teijeiro Martínez indica que no se puede precisar en qué fecha comenzó a llevar el nombre de Jorge Washington, otros investigadores -entre ellos el Dr. Delio Panizza y el profesor Benito Cometta Manzoni- sostienen que ese fue su nombre distintivo desde la primera hora.
Hasta el año 1875 dependió -cosa que ha de sorprender a muchos- de las autoridades masónicas uruguayas, las que le habían otorgado la carta constitutiva N° 16 y recién en ese año solicitó su incorporación a la Gran Logia Argentina, la que, al aceptarla bajo su jurisdicción -pese a la oposición de la masonería uruguaya- le otorgó el N° 44 que ostenta hasta el presente. No siempre estuvo instalada en el lugar que actualmente ocupa. Faltan muchos datos, pero se sabe que a mediados del siglo pasado la logia funcionaba en una casa alquilada a don Juan Chiloteguy, por laque se abonaba sesenta pesos mensuales. Allí funcionaba hasta fines de 1868, cuando se trasladó a una propiedad de don Carlos Blaser, donde permaneció hasta los lamentables sucesos de abril de 1870. Asaltada la logia por los partidarios de López Jordán, fueron ocasionados grandes destrozos y, después de un receso de más de un año, fue reorganizada y se instalo en una casa propiedad de don Francisco Provenza en la que funcionó hasta 1873.
A raíz de la segunda sublevación de López Jordán, el 1° de mayo de ese año se vio obligada a suspender nuevamente sus trabajos y ahora por un período algo prolongado. Al reiniciar su actividad de 1875, el Venerable Maestro Provisorio Don José Joaquín Montero Urquiza adquirió el terreno actual -en la suma de 475 pesos fuertes- a don Felipe R. Galán, residente en Paysandú, quien lo había recibido de su suegro don Francisco Soriano, vecino de Concepción del Uruguay. En la correspondiente escritura se dejó constancia que la adquisición se hacía "con dinero de los miembros de la logia Jorge Washington".
El edificio del templo, que prácticamente ha permanecido sin cambios hasta ahora, fue construido por los arquitectos Pedro Riva y Luis Conturbi, miembros de la logia.
El lugar que ocupa ha dado motivo a algunas polémicas, pues se ha dicho que allí y no en el solar N° 1 situado frente a la plaza principal que luego habría de llevar su nombre, nació el Supremo Entrerriano general Francisco Ramírez. Benigno Teijeiro Martínez recogió las referencias que don Manuel López Jordán -hermanastro del Supremo- formuló a Victoriano Montes en 1880, donde dice textualmente que su medio hermano "nació en una casita, de techo de tejas que hasta el año veinte se conservaba un buen estado, en el mismo sitio que ocupa actualmente (1880) el templo masónico".
A fines de 1876 se produjo la tercera y ultima sublevación de López Jordán, cuyos partidarios volvieron a atentar contra el templo. Por tal motivo, y aunque el movimiento subversivo fue rápidamente dominado, la logia no pudo reanudar sus trabajos por varios meses.
En años posteriores, fueron perpetrados nuevos atentados contra el templo y de esa manera se han perdido valiosos documentos. Particularmente penosa fue la acción dispuesta por el entonces interventor federal en la provincia Teniente Coronel Carlos María Zavallo, a raíz de cuyas órdenes se forzó el acceso en la noche del 6 de junio de 1944, incautándose de archivos, muebles y demás objetos, remitiéndoselos a Paraná. Por decreto se quitó la personería jurídica a la logia y con pretexto de tratares de bienes vacantes, los inmuebles pasaron al estado provincial. En épocas del interventor federal General José Humberto Sosa Molina se devolvieron algunas pocas cosas y recién en 1957 otro interventor federal, el general Manuel María Calderón, dispuso la restitución de la personería jurídica y la devolución de bienes, pero lamentablemente quedaban muy pocos.
Hace algunos años, y en otro de sus períodos de receso, fueron forzadas las puertas del templo en dos o tres oportunidades y robado lo poco que quedaba. Al tomar estado público lo sucedido, el recordado investigador don José Augusto Nadal Sagastume y quien esto escribe se apersonaron en la logia y comprobaron la ausencia total de muebles, archivos, biblioteca, etc. Lo único que quedaba prácticamente en el interior del templo -ubicado en una pared del salón biblioteca- era un enorme óleo de Jorge Washington, que, según consta en acta de la logia de fecha 2 de setiembre de 1865, había sido donado por el marino italiano José Simonpietri (1827-1899). Al no poder aparentemente ser destruido, fue dañado gravemente con instrumentos cortantes en numerosos lugares. Posteriormente vino a nuestra ciudad el Gran Secretario de la Gran Logia, Dr. Alcibíades Lappas, que retiró dicho óleo llevándolo a Buenos Aires. Al mismo tiempo, el Dr. Lappas estableció un convenio con la Municipalidad por el cual el templo fue cedido para Museo de Bellas Artes, que como tal funcionó allí durante algún tiempo.
Fuera de la reanudación de la actividad masónica en nuestra ciudad, es auspicioso el hecho de que las autoridades de la Gran Logia -como lo han confirmado personalmente el Gran Maestre y el Pro Gran Maestre en su visita a Concepción del Uruguay el día 1° de mayo último- hayan cedido parte del edificio para la filial local de la Cruz Roja, benemérita institución de servicio de nuestro país. En lo que se refiere a las actividades masónicas en Concepción del Uruguay, a las personalidades que desde su fundación han pasado por sus cuadros, a su participación en la fundación de numerosas instituciones como la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, la Benevolenza, La Fraternidad, la Biblioteca Popular "El Porvenir", etc. nos ocuparemos en una nota posterior."