La Fraternidad 1877

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del Rito Escoces Antiguo y Aceptado
para la Republica Argentina.

Excélsior

Niña Fraternidad

Manzana y media de espacio.
Un siglo entero de amor.
Orgullo de una ciudad.
Imagen de una canción.

Mi vieja “Fraternidad”,
nacida en mi Concepción,
sos un brote de mi pueblo,
que palpita junto a vos.

Vos recibiste el tesoro,
de cien arios hasta hoy,
de la hermosa juventud,
que en tus muros anidó.

Vinieron los correntinos,
y en ti sintieron el sol,
de la tierra misionera,
la juventud se volcó.

Desde el Chaco algodonero,
de Formosa y mucho más,
a toda la muchachada,
la supiste enamorar.

Si pareces esa novia,
que nos enseñó a besar,
nos amas de adolescentes,
ya maduros nos dejas.

Pero sabes una cosa,
añosa Fraternidad,
tengo todos los recuerdos,
que no me pueden quitar.

Yo se de tus dormitorios,
de tu patio y campanil.
Se de tus noches de basquet,
alentando a “Estudiantil”.

Se de tu lecho de madre,
para el joven que llegó,
y tu consejo sincero,
al bachiller que partió.

Se de los tiempos de libros,
de las noches de canción,
de la fila hacia el Colegio,
de esconderte en el reloj.

Despierta querida “Frater”,
si este siglo te durmió,
porque hoy llegaron todos,
los de ayer y los de hoy.

Y tal vez en sigan pueblo,
lejano de Concepción,
están acunando a un niño,
que un día vendrá con vos.

Sos una abuela sin “canas”,
una “niña” con amor,
Una luz 'en el camino,
de mi pueblo soñador.

Hoy apagamos cien velas,
niña, hermana, madre, amor,
pero a tu llama sin tiempo,
nunca nadie, la apago.

Y tu seguirás viviendo,
en recuerdos y canción,
y siempre te dará vida,
mi pueblo de Concepción.

Fraternidad Centenaria,
la del verbo educación,
sólo te quiero expresar,
algo que siento por vos.

Y que mi dulce ciudad,
y mi Provincia también,
cuando recuerdan de tí,
lo sienten en ama y piel.

Junta todos los recuerdos,
apretados junto al sol.
Celebrá fuerte los “cien”,
y suicídate de amor.

Pero el lunes, muy temprano,
reventa tu campanil,
despertá la juventud,
que al Colegio debe ir.

Enséñales de tu historia,
de por qué tantos aquí,
seguí floreciendo hombres,
te lo pide... mi País.

José María Gianelli
Barrio Clínicas, Córdoba, Mayo 1977.