Supremo consejo grado 33°
del Rito Escoces Antiguo y Aceptado
para la Republica Argentina.
Supremo consejo grado 33°
del Rito Escoces Antiguo y Aceptado
para la Republica Argentina.
Niña Fraternidad
Manzana y media de espacio.
Un siglo entero de amor.
Orgullo
de una ciudad.
Imagen de una canción.
Mi vieja Fraternidad,
nacida en mi Concepción,
sos un brote de mi pueblo,
que
palpita junto a vos.
Vos recibiste el tesoro,
de cien arios
hasta hoy,
de la hermosa juventud,
que en tus muros anidó.
Vinieron los correntinos,
y en ti sintieron el sol,
de
la tierra misionera,
la juventud se volcó.
Desde el
Chaco algodonero,
de Formosa y mucho más,
a toda la
muchachada,
la supiste enamorar.
Si pareces esa novia,
que nos enseñó a besar,
nos amas de adolescentes,
ya maduros nos dejas.
Pero sabes una cosa,
añosa
Fraternidad,
tengo todos los recuerdos,
que no me pueden quitar.
Yo se de tus dormitorios,
de tu patio y campanil.
Se
de tus noches de basquet,
alentando a Estudiantil.
Se
de tu lecho de madre,
para el joven que llegó,
y tu
consejo sincero,
al bachiller que partió.
Se de los
tiempos de libros,
de las noches de canción,
de la fila
hacia el Colegio,
de esconderte en el reloj.
Despierta
querida Frater,
si este siglo te durmió,
porque
hoy llegaron todos,
los de ayer y los de hoy.
Y tal vez en
sigan pueblo,
lejano de Concepción,
están acunando
a un niño,
que un día vendrá con vos.
Sos
una abuela sin canas,
una niña con
amor,
Una luz 'en el camino,
de mi pueblo soñador.
Hoy
apagamos cien velas,
niña, hermana, madre, amor,
pero a
tu llama sin tiempo,
nunca nadie, la apago.
Y tu seguirás
viviendo,
en recuerdos y canción,
y siempre te dará
vida,
mi pueblo de Concepción.
Fraternidad
Centenaria,
la del verbo educación,
sólo te quiero
expresar,
algo que siento por vos.
Y que mi dulce ciudad,
y mi Provincia también,
cuando recuerdan de tí,
lo
sienten en ama y piel.
Junta todos los recuerdos,
apretados
junto al sol.
Celebrá fuerte los cien,
y suicídate
de amor.
Pero el lunes, muy temprano,
reventa tu campanil,
despertá la juventud,
que al Colegio debe ir.
Enséñales
de tu historia,
de por qué tantos aquí,
seguí
floreciendo hombres,
te lo pide... mi País.
José
María Gianelli
Barrio Clínicas, Córdoba, Mayo 1977.