Supremo consejo grado 33°
del Rito Escoces Antiguo y Aceptado
para la Republica Argentina.
Supremo consejo grado 33°
del Rito Escoces Antiguo y Aceptado
para la Republica Argentina.
Asociación Educacionista La Fraternidad
1877 - 2020
El 14 de mayo de 2020 será un día distinto pues no se
realizará el tradicional almuerzo fraternal, pero nada empañará
el valor de la trascendencia de tan magnífica obra ni la vigencia
de su tradición.
Los miembros de esta Logia de Perfección
celebramos que la huella de nuestros Hermanos José Benjamín
Zubiaur, Luis A. Peyret y Francisco Barroetaveña esté en el
Acta de Instalación de 1877.
Allí la dejó este último,
cuando refrendó el valor de llevar alivio a la humanidad y la
necesidad de llenar las vidas de los menos afortunados, por ser esa la
misión del hombre en esta tierra.
Fue la necesidad de afianzar
la EDUCACIÓN la que sostuvo ese impulso fundacional, con una
contundente finalidad al decir del Dr. Alberto Ugarteche en las memorias
del periodo 1886/7:
"Tomar al niño pobre, servirle de
segundo padre, darle buenos y sabios consejos formando su carácter,
costearle la educación, ponerlo en condiciones para seguir una
carrera científica o literaria, hacer, en una palabra, del niño
desheredado de la fortuna cuya clara inteligencia podía quedar estéril,
cuyos nobles sentimientos, porque siempre son nobles los sentimientos de
la infancia, podrían pervertirse llegando a ser un hombre inútil,
cuando no perjudicial a la sociedad, hacer de él, digo, un
ciudadano honrado, amante de las instituciones liberales de su patria, útil
para sí y sus semejantes: es la noble misión de La
Fraternidad. Humanitaria misión que deleita el espíritu
y enaltece a la institución".
Un verdadero sueño
de niños. Hoy, una concreta realidad de gigantes.
Esta Logia
comparte el pan de la mesa fraternal, por sentirnos continuadores del
legado de formar gente de bien y de provecho para la sociedad. Esta Logia
comparte el vino de la mesa fraternal, deseando volver a juntarnos pronto,
con la esperanza de ver entrelazados a los fraternales de hoy y de ayer,
cantando el Chécale, caminando hacia la tea que sostiene la llama
votiva que los ilumina.